Ideación suicida en adolescentes cajamarquinos

Vivimos en una sociedad que no deja de ser violenta, individuos que dañan a otros por su pertenencia a otro país, etnia, clase social, grupo político, opción sexual, favoritismo a club deportivo, etc. Pero también está aquel tipo de violencia donde el sujeto agresor es sí mismo. Esto se conoce como conducta auto-infligida la cual comprende numerosas modalidades del comportamiento, donde uno de los más representativos es el suicidio.

Comparar el impacto de las diversas formas de violencia sexual con el suicidio nos conduce a cierto asombro, anualmente cerca de un millón de personas mueren en el mundo debido al suicidio. Así, este comportamiento es considerado como el indicador más representativo de la salud mental de los países y sociedades. Aun cuando existe desacuerdo entre los expertos de la salud pública sobre ésta última aseveración, el impacto social del suicidio es un hecho aceptado por la gran mayoría de los expertos.

El suicidio como problemática es concebido como un proceso continuo donde comportamientos de distintas características representan niveles distintos de riesgo. Así, un primer nivel estará constituido por las ideaciones suicidas que son seguidos por el intento de suicidio y finalmente el suicidio consumado. Para motivos del presente estudios se consideró abordar el primer nivel de riesgo.

Se determinó abordar el análisis de la ideación suicida en la población adolescente escolarizada tomando en consideración razones tanto teóricas como prácticas. En el caso de las primeras, existe una abundante literatura que plantea el alto nivel de prevalencia de ideación suicida en este tipo de población; mientras que en el caso de la practicidad, el estudio de la salud mental de este tipo de población está en sus inicios y existe una debilidad de los organismos públicos y privados para contar con indicadores de salud mental actualizados que permitan la planificación de sus propuestas de intervención social.